sábado, 5 de abril de 2008

Empresas: Vigencia del Pensamiento de E. Pichón Riviere

Vigencia del Pensamiento de E. Pichón Riviere
Como sujetos sociales debemos analizar la complejidad de la realidad y los nuevos paradigmas emergentes, que surgen de las problemáticas en el plano de los ideales, la concepción de sujeto y los criterios de salud. Complejidad entendida como la interrelación de múltiples elementos que guardan entre sí una relación contradictoria de oposición y unidad. La identidad de la marca se conserva inamovible, ya que siempre tiene una forma de establecer su postura y actual dentro del marco histórico social, de ella debemos analizar los pares opuestos para poder entender la complejidad y para actuar, estas acciones influyen sobre la realidad y aportan una parte a tener en cuenta en el proceso dialéctico. La psicología social analiza la relación entre el orden sociohistórico y la subjetividad. Estudia las modalidades con las cuales los sujetos razonan, producen, sostienen, transforman representan y comunican. Esta indagación implica el estudio de las relaciones sociales que gestan ese orden: las instituciones y las prácticas, los sistemas de representación, que recorren la estructura social y que eligen las empresas para comunicar, así como las formas organizativas que ser da en los hombres. La pregunta es ¿cómo operan las relaciones y procesos en la génesis y desarrollo del sujeto? Es evidente que afectan sus procesos psíquicos. Por lo que se investigará sobre la relación entre los procesos sociohistóricos y la influencia de estos sobre la psiquis. Para establecer la identidad de una empresa debemos darle rasgos humanos. Las organizaciones están compuestas por múltiples elementos, entre ellos seres humanos que son los que tienen la toma de decisión, y como tales poseen una psiquis que afecta directamente la ejecución de las acciones dentro de ella. El quiebre entr quienes están integrados en la sociedad de consumo y los que no, es una característica de la globalización, cuestión que atañe al proceso productivo. El deseo de pertenecer hace que se genere una falsa representación del propio lugar en las relaciones productivas y se genere una confusión entre responsabilidad laboral y empresarial que entrañan una nueva forma de alienación. La influencia de los medios de comunicación como instrumentos de poder dan una nueva forma de cotidianeidad, impactando significativamente en el plano de lo subjetivo. Es por esto que los individuos buscan marcas u objetos de consumo para integrarse en los grupos de influencia o aspiracionales a los cuales quiere pertenecer, es en este plano en el cual entra el juego el posicionamiento ¨construido¨ por y para la marca.

Manifiesto y Latente

Lo manifiesto y lo latente Etimológicamente proviene de “ plicare ” (plegar) ; explicar, sería desplegar. ¿Qué . es lo manifiesto? El existente, lo que se ve. Diccionario: es lo claro, lo patente, lo descubierto, lo EXPLICITO, lo que se ve. “Escrito en que se hace pública declaración de doctrinas o propósitos de interés general”. LATENTE: es lo que subyace, es lo oculto, lo escondido, lo subyacente. Una comparación En realidad, lo manifiesto y lo latente no son cosas distintas sino que conforman una unidad, como lo expresa el arquetipo chino del I-Ching, filosofía taoísta donde la totalidad se compone de elementos opuestos pero conectados, energía que circulan en el universo, donde cada uno de ellos está presente en el otro, es decir uno lo contiene al otro y viceversa. Es como un fluir de ambos (Ying-Yang) Pensamiento Psicoanalítico Freudiano Cualquier formación de lo inconsciente, los sueños, las fantasías, los lapsus, tienen un aspecto manifiesto y tienen un aspecto latente. Laplanche plantea: es el sueño tal como lo contamos, cuando nos despertamos, ese sería el contenido manifiesto. El contenido latente es "el conjunto de significaciones a las que conduce el análisis de una producción del inconsciente, (para acceder al contenido latente es necesario realizar un trabajo de análisis, un trabajo de decodificación”. Lo latente del sueño son pensamientos. Pensamientos que están expresados de manera deformada en el contenido manifiesto. Es como si el contenido manifiesto y el latente fueran el mismo texto, el mismo pensamiento, expresado en dos dialectos diferentes, y es necesario traducir uno al otro. Lo inconsciente son pensamientos reprimidos. Estos pensamientos se expresan y se esconden en el lenguaje. Aparecen cuando hablamos, a veces se expresan y se esconden en el cuerpo, como ciertos síntomas corporales. Podemos conocer los efectos (sueños, lapsus, los síntomas) pero muchas veces no conocemos las causas. ¿Qué es lo consciente? Pensamientos, representaciones, recuerdos a los cuales estamos ligados por la vía de la percepción. ¿Qué es el pre-consciente? Conjunto de ideas que están presentes en estado latente y a las cuales uno puede acceder fácilmente a la conciencia cuando la invocamos, pertenecen al sistema Pre- consciente. Hay representaciones inconscientes que son mucho más difíciles de acceder a la conciencia porque están ligadas a situaciones de conflicto. Entre lo Inconsciente y lo Pre-consciente se encuentra la represión, la censura. Lo inconsciente estaría formado por ideas pre-conscientes y por ideas inconscientes. Pichón cuando habla de lo manifiesto lo equipara a explícito y a consciente. Dirá que “Entre lo explícito y lo implícito va hacia un espiral dialéctica”, y esta espiral será la forma de graficar la articulación entre ambos, dirá que no es recta, que tiene muchas vueltas. Cuando habla de lo latente va a ser igual al inconsciente en sentido general. No podemos decir que inconsciente y latente sean sinónimos pero existe un concepto articulador entre M-L que es el de fantasía, que permite ver los aspectos latentes que están funcionado, como se manifiesta, en este punto Pichón siguiendo la línea Kleiniana toma que “las conductas de los seres humanos estarían motivadas por las fantasías inconscientes". Además de fantasías, la conductas están motivadas o generadas por: necesidades, ansiedades y defensas, esto sería una serie de causas que motivarán que la conducta sea "ésa y no otra". Para Pichón las necesidades generan fantasías, si se llevan a cabo, esto hace que se despierte la ansiedad y al despertarse ésta el sujeto se defiende. La conducta observable es la articulación entre: conflictos, entre necesidades y ciertas defensas. La necesidad incluye: lo biológico, lo psicológico y lo social. Las fantasías pueden ser múltiples. Las ansiedades son dos: miedo al ataque y miedo a la pérdida. Los grupos son interacciones entre personas. En el acontecer grupal el aspecto manifiesto- latente conviven; algo que aparece manifiesto encierra y oculta lo que tiene latente. Las personas tienen su subjetividad construida de esta manera desde el pensamiento psicoanalítico. Frente a un grupo nos encontramos con sujetos, con personas que no son dueñas de todas sus motivaciones, que son sujetos divididos entre sus representaciones o su mundo consciente y sus motivaciones y deseos inconscientes, esto en la interacción va a tener determinadas consecuencias en su conducta. Pichón va a decir: que lo que genera eficacia en las conductas, además de las fantasías, están las condiciones concretas de existencia, están los determinantes sociales, históricos y políticos. Pichón propone cuestionar lo “obvio” aquello que tenemos delante de los ojos “sería lo manifiesto expreso", pero también es lo que se nos presenta de tal manera que no lo vemos. Otros autores (Paul Valery ) dicen que no hay nada más profundo que la piel. Aquello que parece superficial es donde radica lo profundo. El sujeto es un sujeto situado en una familia, en un contexto social más amplio. Pichón pone el acento, en la constitución del sujeto, en la eficacia de lo social, en la eficacia del vínculo con el otro, “porque el hombre es un ser de necesidades, que solo se satisfacen socialmente en relaciones que lo determinan. Nada hay en él que no sea el resultado de la interacción entre individuos, grupos y clases”. El psicoanálisis plantea un sujeto del inconsciente. Pichón plantea un sujeto de la praxis, la interrelación permanente, la articulación entre subjetividad y estructura social. El sujeto está en el grupo. pero el grupo está en el sujeto. Como es grupo está en las instituciones, pero lo institucional está en el grupo y está en el sujeto. Como las organizaciones están en la comunidad, pero lo comunitario está en las instituciones, está en los grupos y está en los sujetos. El campo grupal es una escena en la que se despliega un argumento. Ana Quiroga dice: "el encuentro con el grupo moviliza la dialéctica entre un grupo interno privado histórico y fantaseado y un grupo externo, real, presente, concreto y social”. Cuando hablamos de hacer explícito lo implícito en un grupo, estamos introduciendo un grado mayor de complejidad. Cuando hablamos de hacer manifiesto lo latente coexisten dos sentidos: -Ayudar a las personas a reconocer las fantasías, los temores, los deseos, los deslizamientos transferenciales, esos deslizamientos del mundo interno sobre el mundo externo, los procesos de interacción y juegos de poder que se pueden estar dando en el grupo en función del mundo interno de cada uno, esto es hacer manifiesto lo latente. -Hacer manifiesto lo latente es elucidar todas las incidencias que tienen los factores del contexto social. Hacer manifiesto lo latente es también hacer visible, someter al esclarecimiento todas las determinaciones que tienen que ver con lo social, para que pueda haber un pasaje de la adaptación pasiva a la adaptación activa a la realidad. Hay un pasaje de lo que seria la conciencia ingenua a la conciencia crítica. Cuando estamos frente a un grupo hacer manifiesto lo latente va a ser tener en cuenta las motivaciones o la historia de motivaciones o aspectos del mundo interno de algunos de los integrantes, que a veces aparecen o emergen como portavoces. Lo latente en los grupos es complejo, se encuentra multideterminado, tiene múltiples dimensiones y la materia prima del argumento grupal tiene que ver con el mundo interno, con la interacción y con las determinadores que sobre el grupo ejerce lo organizacional y lo social más amplio. Pichón plantea: cuando varias personas se encuentran en un grupo en fenómenos de encuentro y de interacción grupal, cada uno tiende a proyectar objetos fantasmáticos o fantasías inconscientes sobre los demás y trata de que los otros actúen de acuerdo a esa fantasía, uno pone su fantasía, si estas fantasías entran en consonancia, corresponde a alguna fantasía de otros integrantes, se produce ahí un encuentro. Según Anziú: El fantasma es la realidad psíquica individual por excelencia, los participantes tratan de imponer su fantasía individual y esta fantasía entra en resonancia con la fantasía de los otros, estamos hablando de fantasía inconsciente que pueden ser compartidas en el grupo, no de fantasías del grupo inconscientes. Lo inconsciente lo latente, no va a emerger sin resistencia. Justamente si es un inconsciente, si es latente, si no es patente, es porque tiene dificultad en ser expresado, por alguna razón no puede mostrarse claramente. ¿Cómo se nos va a hacer evidente que hay algo latente en juego?, pasa algo en el grupo, un tropiezo, una falla, una insistencia, algo que nos parece raro, que nos llama la atención. Y desde ahí vamos a empezar a pensar qué es lo que está en juego. Pichón dice en el plano de lo explícito, de la discusión de la teoría, van a surgir cierto tipo de dificultades, lagunas, cortes en la red de comunicación. Vacilaciones algo que nos llama la atención, algo que interrumpe el discurso fluido del grupo y estos van a ser signos emergentes de obstáculos epistemológicos. ¿Qué es el emergente? Es una cualidad que emerge de un campo, que aplicado a lo grupal hay ciertos fenómenos que se pueden entender como emergentes, algo que aparece en relación con una estructura subyacente. Pichón aplica el principio de la psicología de campo, que dice que se produce algún plus diferente cuando varias personas están operando juntas, algo pasa distinto que cuando operan solas, y se relaciona con el entramado de fantasías inconscientes individuales. Se toma lo que hay de común y se trabaja con eso. La fantasía circula hasta que se hace manifiesta. Para que pueda explicitarse se necesitará de alguien que pueda hacerlo y se le llamará portavoz, es quién enuncia y denuncia lo que allí está ocurriendo. Antes de continuar, es interesante destacar que hubo una etapa donde se pensaba al emergente y portavoz, como sinónimos, luego Pichón dio cuenta que esto prestaba a confusión y comenzó a diferenciar estos conceptos. EL EMERGENTE ES UNA SITUACIÓN NUEVA QUE ES EXPRESADA POR UNO O MÁS PORTAVOCES. UNA SITUACIÓN QUE ARTICULA LO EXPLÍCITO Y LO IMPLÍCITO. EL PORTAVOZ ES PENSADO COMO VEHÍCULO DE LO EMERGENTE.
UN ROL. EL PORTAVOZ El portavoz es un rol. Es la persona dentro de la estructura grupal que por sus propias características personales, enuncia y denuncia algo que pasa dentro del grupo y lo hace de manera inconsciente no es voluntario. No lo hace de manera consciente, no se da cuenta que está denunciando algo. En primer lugar, "el portavoz lo es de sí mismo, dice algo que tiene que ver con él, habla en primera persona, a mí me pasa, yo siento, etc. O en tercera “nosotros”, en ese momento se hace eco no solo de su verticalidad sino de la de los demás, es decir es portavoz de sí mismo y de aspectos de otros integrantes. Lo trae como algo propio pero tiene una resonancia. Enuncia algo y ese algo es signo de un proceso grupal que hasta ese momento estuvo escondido dentro de la totalidad del grupo. Como signo debe ser decodificado, es decir quitarle su aspecto implícito, esta decodificación la realiza el coordinador señalando la significación de este aspecto, o también la puede hacer el propio grupo. Pichón dice “que el sujeto que enferma es el portavoz de la ansiedad, de las dificultades de su grupo familiar” La acción del portavoz es una acción compleja en la cual esta colaborando con los integrantes del grupo, operando como el denunciador de la enfermedad grupal. En el caso de los grupo de aprendizajes sucede lo mismo que en las familias, solo que aquí no es la enfermedad sino la modalidad de enfrentar una tarea, el aprendizaje, etc. Frente a esta tarea los integrantes del grupo generan un monto de ansiedad, y experimentan fantasías inconscientes que en ese momento son compartidas, las cuales pueden ser aceptadas o no por el grupo. Es decir, su verticalidad ( su historia, su experiencia, su circunstancias personales) se articula con la horizontalidad grupal, que en ese momento es el común denominador, el resultado de esa interacción se articula con sus modelos internos. Pichón habla de un “reencuentro inconsciente que lo sensibiliza ante la situación y la empuja a denunciarla de alguna manera”. Denuncia una problemática, pero puede hacerlo porque es quien siente en mayor o menor grado esta problemática que otros integrantes del grupo, de allí que se lo tome no solo como expresión individual sino grupal. Entonces el concepto de portavoz permite descubrir los aspectos latentes Pichón dice que en ese momento es una especie de “alcahuete” personal, es el que denuncia el tipo de enfermedad. Manifiesto – Latente desde la dialéctica Toda la visa mental inconsciente debe ser considerada como la interacción entre objetos internos (grupo interno) en permanente interrelación dialéctica con los objetos del mundo exterior. 6° contradicción del grupo operativo. Lo manifiesto vs. lo latente. Pichón, como psicólogo social incluye la dimensión de lo inconciente en la comprensión de los fenómenos grupales - Así reconoce en los grupos una dimensión de lo manifiesto y una dimensión de lo latente-. a) Cada integrante de! grupo al hablar dice más de lo que "voluntariamente quiere decir. Esto hace a su condición de emisario o portavoz de ámbitos grupales, institucionales o comunitarios que hablan a través de él. b) El esquema referencial de cada uno ha sido conformado en redes vinculares familiares, institucionales, comunitarias. El individuo al hablar se hace portavoz inconscientemente de sus modelos de pensar, sentir y hacer con los otros y el mundo que se actualizan vincularmente. c) Los acuerdos y desacuerdos de los distintos esquemas referenciales inconscientes de los integrantes dan lugar a los múltiples entendimientos y malentendidos en el grupo. Lo manifiesto es el mensaje explícito o los aspectos fenoménicos de los vínculos en el grupo. Lo latente alude al inconsciente freudiano pero ampliado al escenario vincular. Por eso es conveniente tomar el concepto de "latente" literalmente como "lo que late", lo que palpita en la estructura grupal y cuyo contenido» no pertenece a la conciencia. Como se estableció anteriormente, lo latente en el grupo se enuncia a través de uno o varios portavoces. Quien enuncia un acontecimiento es portavoz de sí mismo y de las fantasías inconscientes del grupo. En esto reside la diferencia de la técnica operativa con las otras técnicas grupales, ya que las interpretaciones se hacen en dos tiempos y en dos direcciones distintas. Se comienza por interpretar al portavoz, que por su historia personal es muy sensible al problema subyacente, y que actuando como radar, detecta las fantasmas inconscientes de! grupo y las explicita. Acto seguido se señala que lo explicitado es también un problema grupal, producto de la interacción de los miembros del grupo entre sí y con e! coordinador y que el portavoz por un proceso de identificación subliminal percibe y enuncia. Las fantasías inconscientes trascienden lo individual, son personales y corresponden a la estructura grupal en la que está inserto el sujeto. Son escenas vinculares y están relacionadas a la tarea. A modo de ejemplo al que aludió Pichón con un estudiante de psiquiatría: Soñó que estaba anocheciendo y cuando voy a salir del hospicio el portero me detiene y no me deja salir… Comencé a angustiarme. Tu sueño tiene que ver con que estás estudiando psiquiatría, tenías miedo de identificarte y quedar atrapado en la locura y creo que no te pasa solo a tí. En el citado ejemplo, el sueño fabricada con una materia grupal esta en relación con la reunión anterior de la que han quedado residuos no elaborados, esto es explicitado entonces a través del contenido del sueño del portavoz. P. Social para principiantes Pág. 136, 137, 138, 139. Diccionario Critico de la P. Social Pág. 105, 106. Indicadores para ver lo latente en lo grupal. ¿Qué miramos? En los grupos hay algo más de lo dicho, del enunciado, algo más del producido verbalmente. ¿Qué es este algo más? Que además del enunciado, existen las "condiciones de enunciación", esto tiene que ver con lo latente, con el inconsciente. Cuando uno dice algo es el producto terminado, lo que debemos ver es desde dónde se habla, estas serían las condiciones de enunciación, y además de mi oración que sería el producto terminado, están las condiciones de producción, y es aquí dónde se filtra lo latente, lo inconsciente. Esto hace que aparezcan signos emergentes, que es un indicio que nos llevará a otra cosa, y a la vez ésta nos remite a otra, lo cual nos permitirá encontrar diversos sentidos posibles de lo qué esta sucediendo allí. Cuando estamos frente a un grupo vamos a tomar diferentes indicadores para saber si existe en juego algo de lo latente. Estos indicadores estas pistas nos permitirán interrogarnos, prestar atención a que algo está ocurriendo en este aquí y ahora. A saber: Cuando aparecen las reiteraciones e insistencias: Al presentarse en los grupos situaciones insistentes y reiteradas sobre algo que se dice o sobre algo que ocurre, decimos que son temáticas insistentes. Varios portavoces que enuncian y van trayendo al grupo la "misma cuestión", pensamientos o sentimientos o haciendo cosas parecidas, (no es el teórico). Algo sucede con los integrantes y esto lleva a interacciones recurrentes e insistentes sobre una misma cuestión. Ej.: ruidos, hablan todos a la vez, una pelea, un mal modo, un gesto. Para que sea una interacción recurrente debe suceder tres veces o más. Cuando sucede dos veces ponemos la "estructura de demora" en funcionamiento. Es decir el clima grupal es persistente. Debemos tener en cuenta que el clima grupal se construye, se constituye por la interacción de las telés. Hablamos de climas grupal de mucha intensidad: peleas, o de hostilidad, o de idealización. Las preguntas que nos hacemos son: ¿Y esto? ¿Por qué tanta insistencias? ¿Por qué tanta intensidad? Cuando aparece algo del orden de los distinto, de las rarezas, de lo disonante, que no armoniza, o de lo insólito: Son las cosas que aparecen como descolgadas en los grupos. Es una falla, un tropiezo, una fisura donde también tropieza el coordinador. Introduce una discontinuidad del discurso y uno se pregunta, ¿y esto?, Ej.: un lapsus, un sueño, un chiste, una ocurrencia. Acontecimientos extraños que ocurren dentro del grupo: alguien se levanta de repente y cierra o abre una ventana, la puerta, apaga o prende la estufa, etc. Uno ve y se pregunta, ¿y esto? Cuando aparecen omisiones: Serían aquellas situaciones que uno espera que pasen y “no pasan", se omiten. Ej.: una reunión dónde al final de la misma sucede algo muy importante y que queda pendiente, algo difícil, trabajoso, que generó lastimaduras, y dejo marcas, malos momentos para algunos integrantes o para todos. Llega la próxima reunión y este acontecimiento que no se terminó de significar, se pasa por alto. A esto se lo llama una omisión, algo importante, porque nos llama la atención, por lo cual nos preguntamos: ¿tendrá que ver o no tendrá que ver con lo que esta pasando en el grupo? Cuando aparecen las contradicciones: Esto sucede cuando aparecen portavoces por oposición. Uno trae un punto de vista sobre un tema y el otro un punto de vista totalmente contrario. En este caso cada portavoz se hace cargo de algún aspecto de la contradicción. Estas contradicciones pueden ser complementarias o antagónicas. El coordinador se pregunta, ¿cómo es esto? Estos indicadores son pistas en las cuales nos vamos a detener para ver de qué se trata, qué es lo que está pasando, para interrogamos, para descubrir ese enigma, para hacernos una pregunta. Pero debemos tener mucho cuidado de no saturar rápidamente de significaciones. Esto puede suceder porque a veces desde la coordinación y desde la observación es difícil de sostener la estructura de demora. Y podemos caer en las intervenciones "clishé", que serían como una horma repetida en serie, estas intervenciones o interpretaciones se utilizan como “comodín". Están más al servicio de obturar nuestra propia angustia, que de ayudar a elucidar algo que ocurre en el grupo. Son intervenciones que cierran y no abren. Son intervenciones, interpretaciones que van en busca de un emergente, son prefabricadas. Esto puede pasar en los primeros momentos de formación y después de muchos años, cuando a veces se tiende a burocratizar el rol de observación y coordinación. Lo importante es ser lo suficiente responsables para damos cuenta, de cuándo está a nuestro servicio por nuestra propias resistencias o al servicio de develar una resistencia del grupo. Ejemplo: hay mucho ruido en el grupo y la intervención puede ser esta: Ustedes hacen ruidos para que no surjan las diferencias -o ustedes hacen mucho ruido porque hay un secreto en el grupo y si se callan puede emerger (estas intervenciones no son absurdas en si, son recortes diferentes de una misma realidad) Nosotros no trabajamos con el criterio de verdad, sino con el criterio de operatividad. La tarea del coordinador es hacer que lo latente sea manifiesto. El trabajo en el grupo Operativo es hacer explícito lo implícito, superando los obstáculos que se surgen. (Apunte de DELLY BELLER, Lo manifiesto y lo latente, pág.17/18/19/20) LA LATENCIA GRUPAL Seria importante aclarar que significa la palabra latencia: Según el diccionario de la Real Academia Española: 1- Cualidad o condición de latente 2- Tiempo que transcurre entre un estimulo y la respuesta que se produce, y, en particular, lapso entre el momento en que se contrae una enfermedad y la aparición de los primeros síntomas. En la jerga informática: latencia significa lapso necesario para que un paquete de información viaje desde la fuente hasta su destino. La latencia y el ancho de la banda, juntos definen la capacidad y la velocidad de una red. Para Freud: Período de latencia, en el varón que va desde los 5 a 6 años hasta los 12, época de calma sexual que no es absoluta, ésta se ve interrumpida esporádicamente por excitaciones. La evolución sexual no se interrumpe y solo se halla en estado latente, esta presente bajo la superficie, pero sin manifestaciones demasiado visibles. La libido se dirige a perfeccionar las facultades de sublimación del sujeto. La energía instintiva de los impulsos sexuales son aprovechadas durante esta época para la reestructuración" del Yo, la expansión intelectual, el aumento de los conocimientos, preparándose la capacidad social futura en un circulo ambiental creciente. Durante este período se perfeccionan y organizan las “estructuras que se han planteado en los años anteriores”. Ana M. Fernández nos dice que todo está ahí latiendo. Dice que es común pensar lo latente como lo que está debajo, en las profundidades, por lo tanto oculto y por lo tanto verdadero. Se considera al mismo tiempo "la latencia como efecto de estructura”. Desde este lugar la función de la intervención interpretante es llevar a la superficie ilusional -las verdades, que emergen de las profundidades. De esta forma se construye una correspondencia entre lo oculto y lo verdadero. “Pensar lo latente como lo que late -ahí -todo el tiempo, insistiendo en la escena grupal, una latencia en los pliegues de la superficie más que en las profundidades" Parte de la figura de grupo como nudo, de esta forma se problematiza la lectura de los procesos colectivos: el adentro -el afuera, el arriba -el abajo grupal. Múltiples hilos que se entrecruzan y dejan ya de resaltar los hilos fundantes, para resaltar el nudo que han formado. Nos habla de las insistencias de lo discontinuo y que esto es lo que nos permite detectar puntos concentrados, apretados, condensados en estos pliegues, en las hendiduras o espacios pequeños que se forman en la misma superficie, no sería solo una búsqueda en las profundidades, sería hacer visible lo que sólo es invisible por estar en la superficie de las cosas. Nos dice que los discursos en grupos no nos otorgan certeza, ni que exista en las profundidades un sentido oculto, uno solo, y que éste se encuentra escondido entre simulacros de superficie. Ella dice que en realidad ponen en juego la imposibilidad de decidir si realmente existe un secreto de verdad entre simulacros manifiestos. Nos dice que no se partiría de un análisis de los hechos manifiestos, hacia su núcleo interior y oculto, sino se haría un recorrido que detalla insistencias -latencias, pues todo está ahí en esa superficie de discursos. "Múltiples flujos constituyen el acontecimiento, múltiples inscripciones forman el nudo grupal, múltiples sentidos, pero también los juegos del sinsentido, la rareza y la paradoja" Y nos dice que si bien todo está ahí latiendo, no todo acontecer grupal tiene igual grado de visjbiljdad. ni tampoco toma forma de enunciado, ni tampoco las insistencias son registradas por sus integrantes de la misma manera. Entonces qué haría que estos sucesos advengan en acontecimientos, ¿si son una producción de sentido? Dependerá de las implicancias en que se afecte la coordinación, del momento en que se encuentre la producción de ilusiones, mitos y utopías grupales. "Se trataría de poder pensar los juegos de múltiples marcas, no referir a lo incausado, sino a la coexistencia de cuasi-causas" Y nos dice que el coordinador sólo podrá marcar o puntuar algún sentido, interrogar una rareza, resaltar una paradoja, indicar alguna insistencia y ya no será quién descubra la verdad del acontecer grupal, esto redefine el lugar de "poder" del coordinador. En el texto grupal, el coordinador sólo puede registrar algunos de los aconteceres, y esto sería la función interpretante realizada desde un lugar de ignorancia. “Se deberá renunciar al saber de certeza. El coordinador no es el poseedor de una verdad oculta sino interrogador de lo obvio”. (Ana M. Fernández –“El campo grupal" Ed. Nueva visión -Capitulo VII -El nudo grupal) METÁFORAS Oscar S. Bricchetto en su libro Metáfora Lúdica nos habla de lo latente y manifiesto desde la metáfora de la figura del iceberg, para determinar lo que está en la superficie y lo oculto en las profundidades del agua. Y nos dice que no podemos navegar esas aguas si no sabemos lo que está sumergido. ¿Y por qué nos dice esto? Para que tengamos cuidado en nuestras intervenciones en el uso de las metáforas en la práctica psicosocial, porque podríamos aplicarlas mecánicamente. Cuando leemos el existente, sabemos que parte del pasado pueden ser leídas en él, puesto que éstos se conservan y además por el carácter de los signos manifestados. Nos aclara que los restos del pasado que son reprimidos, no siempre son situaciones traumáticas que entorpecen nuestro crecimiento y provocan enfermedad. Y que estos restos además "son recursos, instrumentos, técnicas yoicas, desarrolladas o .potenciadas, organizadas como sistemas”. Se presenta un existente, y éste va desde lo manifiesto a lo latente. Lo manifiesto nos va a permitir hacer una descripción comprensiva . Y los latentes nos permiten construir hipótesis. Este existente que aparece en el escenario grupal, a través de situaciones individuales -grupales -comunitarias, tiene conflictos, acuerdos y contradicciones. Lo que nos permitirá evaluar estas situaciones son los obstáculos y los núcleos potenciales que van a obrar para un posterior desarrollo. “Se intenta integrar la salud y la enfermedad, los mecanismos defensivos y las técnicas instrumentales yoicas”, que son la caja de herramientas que todo individuo posee para enfrentar la vida. El término metáfora se podría traducir como “trasladar de aquí para allá”. La metáfora se utiliza para un diagnóstico de situación. Es un buen recurso del operador y los integrantes del grupo- para el momento en que se "necesite insight -darse cuenta- de cómo se generan los obstáculos". Puesto que el recurso de la metáfora hace que aparezcan “acá” aspectos que se dan “allá", y estos al emerger se pueden percibir, investigar y luego modificar. Se usan en intervenciones en forma intencional para provocar modificaciones y nos dan la posibilidad de leer y organizar ese caos que suelen presentar los signos sociales. Es un recurso verbal y lúdico, un instrumento que utiliza el operador para provocar múltiples hipótesis y producen interpretaciones del grupo. Ejemplos: Ante un aumento de las dificultades: "es como si estuviéramos en un embudo” Ante vivencias de confusión, de encierro, de no encontrar salida: “perdidos en un laberinto". Para referirse a situaciones de incomunicación: “Pareciera una torre de Babel, cada uno habla un idioma distinto" Por encontrarse siempre en el mismo lugar, a pesar de los esfuerzos por avanzar: "como Penélope, teje de día, desteje de noche” Para facilitar la emergencia de aspectos angustiantes negados y la reflexión sobre ellos: "tranquilo como agua de tanque" Ante una interacción grupal vivida como catastrófica: “el barco se va a pique” Además de las metáforas se pueden utilizar, leyendas, mitos, refranes, pertenecen al lenguaje cotidiano y esto los hace más espontáneos. "La metáfora lúdica es un instrumento para el trabajador psicosocial, consiste en una construcción de juegos, ejercicios y diálogos grupales que posibilitan revelar y explorar relaciones y vínculos en las instituciones, las comunidades, los grupos”

El Agitador

EL AGITADOR
Por Enrique Pichón – Rivière Todo estallido de violencia es organizado y planificado por un líder que asume ese rol con espontaneidad, sin que le sea expresamente adjudicado por el grupo que lo rodea. Ese líder necesita ponerse a prueba a través de la violencia, y es así como se convierte en la levadura de esa explosión. Actúa porque idealiza la magnitud de los cambios sociales que son deseables, y al crecer el monto de las esperanzas no satisfechas aumenta la frustración y con ella la violencia. Como líder ayuda a canalizar la agresión y exacerba los ánimos apuntando a un objetivo. Es un estratego que con mala fe incrementa el monto de frustración de la masa utilizando el rumor y otras tácticas indirectas. Este agitador es un personaje que oculta en sus motivaciones viejos antecedentes de su historia personal. Ha acumulado resentimientos suficientes para convertirse, a su vez, en el portavoz de la frustración de su grupo y asumir así una posición de liderazgo. Este odio va acompañado por un implacable sentimiento de culpa, mantenidos ambos en el inconsciente. Los mecanismos empleados para librarse de la pareja odio-culpa consisten en convertir esa tendencia hostil, esa agresión reprimida, en una actitud de fraternidad desplazada sobre la humanidad entera, identificándose siempre con los sufrientes. Los mecanismos inconscientes encuentran su apoyo en argumentos racionales. Este tipo de líder no sabe lo intensos que son su amor y su odio hacia determinados grupos y valores. La ambivalencia de sus sentimientos permite asombrosos y repentinos cambios de ideología, aunque no de conducta. El desarrollo de su hostilidad se vincula primero a personajes concretos de su medio familiar, pero luego, por sentimiento de culpa, desplaza su odio sobre otros en los que por fin descarga su agresión. Se libra de la culpa cuando un estallido de violencia puede destruir un objeto inanimado, pero es de notar que ese objeto es siempre simbólico. Ataca en su afán de iconoclasta los signos más representativos de la comunidad que quiere reformar. Logra su prestigio a través de un ascetismo, un total desinterés por el dinero, pero su ambivalencia lo lleva a conseguir del grupo que lo apoya que solucione sus problemas de supervivencia. Sus contradicciones internas lo empujan a buscar las alianzas más, desconcertantes configurando una estrategia que promueve la confusión. A primera vista, el agitador emerge como un telón sobre el que quienes lo rodean proyectarán sus aspiraciones y ejercerán una presión progresiva. Así, es modelado según las aspiraciones de su grupo en una especie de pigmalionismo colectivo. Se construye un instrumento que entrará al servicio de una élite tomando a su cargo el aspecto operacional de su ideología. Desde esa posición de liderazgo queda expuesto a todos los golpes; no se siente, sin embargo, una víctima. El líder íntimamente necesitado del grupo que lo sustenta, encuentra, quizá por esto mismo, motivo de desconfianza; se siente perseguido, sospecha conspiraciones, mantiene una actitud de proselitismo constante. Para delinear el perfil de este personaje, falta describir los sistemas de comunicación que emplea, la posibilidad que tiene ahora de utilizar medios masivos aumenta sus posibilidades de acción. Si escribe, desde sus artículos se mostrará como un apasionado defensor de la justicia, el orden, el control de la productividad; en una palabra, será el adalid de todo aquello que inconscientemente desea destruir. El agitador es un ser fuertemente egocéntrico, de un egocentrismo reforzado por las frustraciones en las primeras experiencias amorosas, los obstáculos padecidos en sus primeros intentos de relaciones personales. También una indulgencia de admiración excesiva de parte de su medio familiar contribuye a configurar la personalidad del agitador. Por impotencia instrumental se encuentra impedido de preferir las tareas normales, buscar su integración en la sociedad o requerir respuestas efectivas de de una sola persona o de un grupo, pero él extiende esa aspiración a objetos generalizados porque otorga el más alto valor a la reacción emocional de su público. Su búsqueda de éxito y su metamorfosis en ídolo está orientada, en realidad, a satisfacer tendencias sexuales perturbadas. Algunas veces el agitador usa la palabra, experimentando un tremendo impulso hacia la comunicación por la que piensa devolver a los demás la admiración y el apoyo que recibe. A fuerza de reprimir sus afectos inconscientes llega a un estado de despersonalización y enfriamiento que lo conduce a jugar un doble papel a la vez actor y espectador. Cae así en el cinismo, plataforma desde la cual maneja una intrincada red de técnicas maquiavélicas. *Copyright: Primera Plana, 1966.
Publicado por Stortoni & Ruiz Op. en Piscología Social en 16:03 0 comentarios
Etiquetas:

Análisis Situacional

Análisis Situacional
Análisis Situacional Análisis Situacional, significa el conocer y el comprender las múltiples situaciones problemáticas y además detectar las necesidades, los posicionamientos y los intereses que están insertos dentro de un micro contexto, de un grupo, de una organización, de la comunidad y otros ámbitos. Sin dejar de tener en cuenta los múltiples atravesamientos del macro contexto y procurando un proceso de interacción permanente, para poder elaborar y considerar todos los factores, causas, elementos, que pueden ser de “riesgo o condicionantes” al planteamiento de un problema. Se realiza para poder diferenciar la urgencia y la gravedad de las dificultades, con el fin o el propósito de programar las estrategias correspondientes a una posterior intervención operativa. El procedimiento utilizado es la recopilación de la mayor cantidad de información posible, a través de datos emanados de la bibliografía, encuestas, entrevistas, observaciones de los actores sociales involucrados en la situación problemática. Datos que deberán rectificarse y ratificarse en el campo y la exploración de recursos para su potencialización. Utilizando el método de jerarquización de los problemas. El fin del Análisis Situacional es “conocer para actuar y no conocer por conocer” Prof. Psicólogo Social Martín Stortoni

martes, 22 de enero de 2008

La Televisión y sus efectos


“Hernán (5 años): Había una nena desnuda y el señor la besaba y ella lo pateaba. Alguien no quería que le usara el auto del papá y le gritaba. Después estaba en penitencia.
Adriana (7 años): Un hombre le quería hacer eso a una chica y ella no quería. Después la cargaban porque iba a tener un bebé y no se había casado. Después le hacían un juicio, no se para qué. Hay que ver la película para saber bien.
María Laura (11 años) Uh... es horrible. Mi mamá no me deja ver esas cosas de violaciones y tipos que matan porque si. Si, era una violación y es tipo después la perseguía y ella iba a un juicio y los amigos del tipo se alegraban ella no podía demostrar que la habían violado. No me gustan esas películas.
Los tres relatos anteriores fueron hechos por niños que tuvieron la oportunidad de ver avances televisivos hechos durante la transmisión de programas infantiles”(Azzolini-Gonzalez, La educación y el mensaje televisivo, 1995).
La televisión se ha convertido en la musa inspiradora de aquellas personas que encuentran en la ficción el guión de sus propias vidas.
La realidad nos demuestra que afecta más a niños y adolescentes, puesto que están más propensos a querer construir su propia vida o identidad según patrones o modelos de vida brotados por la necesidad de vender mercancía barata pero segura: sexo, escándalos y violencia.
Una encuesta del Centro de Estudios de la Opinión Pública (CEOP), indica que el entretenimiento principal del 77 % de los argentinos es mirar televisión, y casi el 84 % le destina a dicha actividad más de dos horas diarias. De los 2.926.089 niños de entre 5 y 14 años residentes en Capital Federal y Gran Buenos Aires, un 40 % mira de 3 a 5 horas por día.
Acerca del impacto de la violencia televisiva en el universo infantil, las Universidades de Quilmes, Buenos Aires y Belgrano, en un trabajo conjunto, descubrieron que en 242 horas de programación reconocieron 4.703 escenas de violencia. Según esta estadística, cada tres minutos se producen imágenes de agresión que se duplican los fines de semana y en períodos de vacaciones. Los autores concluyen que, a lo largo de seis años, un menos acumula en su memoria un total de 85.410 escenas violentas.
La televisión entra a nuestro hogar sin pedirnos permiso, y causa ciertos efectos cognitivos que son considerados como influyentes y conformadores de las opiniones y creencias individuales sobre el mundo que nos rodea.
En este contexto JENHINGS BRYANT / DOLF ZILLMANN en la obra “Los efectos de los medios de comunicación”, expresan: “Se pretende que la televisión sea una entre varias fuentes de información del mundo real que el ser humano tiene consideración cuando desarrolla sus propias opiniones e impresiones sobre la realidad social”.
De acuerdo con lo expuesto anteriormente, es posible entonces construir un vínculo relacionado con los efectos cognitivos centralizado en la cuestión sobre los límites entre la realidad y la fantasía.
“Aquí, la cuestión readica en evaluar hasta qué punto la televisión propendería a confundir al niño sobre sus nociones acerca de lo que es empíricamente posible o imposible” (Azzolini/Gonzalez, La educación y el mensaje televisivo, 1995).
Un ejemplo paradigmático puede encontrarse en la ya clásica obra de MANDER (1984)
“Cuatro razones para eliminar la televisión”. En esta obra el autor vincula el problema genérico de la relación fantasía-realidad con el de la naturaleza de la imagen televisiva y su incidencia en la mente del niño.
En una de sus afirmaciones construye el siguiente enunciado: “Uno de los principales efectos de la TV es tener la capacidad como medio, de transplantar imágenes en la mente de niños y adultos”.
Y hace referencia a que “La mente humana no contaría con mecanismos innatos para discriminar entre las imágenes asimiladas en su propia experiencia directa sobre el mundo y aquellas asimiladas por un medio artificial como la televisión”.
Continuando con su apreciación, relata que ”la razón de esta obedecería, en términos funcionales, a la ausencia de la correspondiente necesidad, y en términos adaptativos, porque ello supondría a priori la existencia de una actividad disociativa alienante” A este fenómeno Mandel lo denomina cinismo sensorial. El autor concluye “que en la medida en que las personas se encuentran indefensas ante la invasión de imágenes televisivas, no pudiendo tampoco diferenciarlas de las propias sin salvaguardar la identidad de estas últimas, comienzan a perder control sobre sus imágenes, lo que equivale a perder el control sobre sus mentes”.
En relación a este punto, traigo a nuestra memoria el caso ocurrido en Jonesboro, Estados Unidos donde dos menores acribillaron a cinco compañeros, disfrazados de Rambo.
A esta altura del desarrollo es necesario definr a los efectos de la televisión como “Todo cambio de estado físico, mental y conductal, distinguible, circunscribible y/o mensurable, y que afecta al desarrollo del individuo, así como a sus procesos de comunicación e interacción social con sus semejantes”. “La expresión <> es objeto a su vez, de una determinación cuidadosa puesto que incluye los determinados procesos cognitivos, tales como percepción, memoria, pensamiento y comprensión; los fenómenos de la esfera afectiva, como emociones y sentimientos; la dimensión intencional y actitudinal; los aspectos más estables y estructurales como los sistemas de valores y creencias básicas y la personalidad”. “Se reconoce a su vez, el nivel conductual en todo acto motor y verbal humanamente significativo”. (Azzolini-Gonzalez, La educación y el mensaje televisivo, 1995).
Instalados ya en este escenario, tenemos la certeza que existe la comprobación científica acerca de los efectos que pueden producir los mensajes televisivos en un individuo.
Según ALBERT BANDURA, eminente protagonista de la opinión de que “la violencia televisiva es potencialmente nociva porque aporta modelos de comportamineto agresivo que pueden ser copiados por los espectadores, especialmente los niños”. (Bryant/Zillman, Los efectos de los medios de comunicación, 1996).
Según RICARDO SAHOVALER, psicoanalista infantil y autor del libro Psicoanálisis de la televisión, en la nota del 26 de abril del corriente año en Revista La Nación expresa: “...El efecto persiste aún después de apagar el aparato. Pero el discurso fragmentado constituye el problema más significativo del horario de protección. La tele no da tiempo para pensar, Su mismo ritmo hace que el contenido se pierda tras la publicidad que muestra una mujer semidesnuda o secuencias de Duro de Matar como por ejemplo. Esa descontextualización en los avance es más lesiva que una película entera de sexo o acción. La fragmentación del discurso se registra como algo traumático”.
Vale aclarar que nos centraremos en los efectos de la violencia en la televisión y en cómo ésta afecta a la conducta en los niños y adolescentes, puesto que el tema es mucho más extensivo a otros segmentos, como así también a las actitudes.
Por lo tanto y a partir de lo expuesto, profundizaremos sobre el comportamiento agresivo de este grupo de espectadores a través de dos hipótesis que hacen referencia a la imitación y a la desensibilización como mecanismos que actúan en los efectos del comportamiento.
“En una serie de experimentos de laboratorio, BANDURA (1978, 1979, 1982, 1985) exploró las conexiones entre la exposición a violencia televisiva o cinematográfica y sus descubrimientos indicaron que se puede motivar a los niños a comportarse de modo más agresivo después de un proceso de desinhibición y también a un aprendizaje observador en el cual imitan el comportamiento de los modelos visionados. Los experimentos de Bandura demuestran que al haber presenciado agresión en la vida real o en una película de dibujos animados, siscitaba comportamiento agresivos imitativos en los niños”.
“En otras palabras, la contemplación de personajes televisivos favoritos de conducta violenta en la pantalla provocaba una identificación de los niños con dichos actores y con sus acciones, lo cual, en circunstancias propicias, podría provocar su imitación”. (Bryant / Zillmann, Los efectos de los medios de comunicación ).
Mientras tanto, la Dra. MADELINE LEVINE en su obra “La violencia en los medios de comunicación”, 1997, expresa: “Los niños son excelentes imitadores. Aunque la imitación no es el único mecanismo que tienen los niños, es el primero y sienta las bases del aprendizaje futuro”.
Continuando con el relato la doctora explica: “Como los niños imitan permanentemente a la gente que los rodea, es lógico que también imiten a las personas que ven en la televisión o en el cine”.
Como ejemplo de lo expuesto, la autora cita el caso de “un niño de cinco años que le prendió fuego a su casa y causó la muerte de su hermanita de dos años, después de haber visto un episodio de Bravis y Butt-Heat (dos preadolescentes estúpidos que disfrutan realizando actividades antisociales)”.
Es importante definir entonces que el aprendizaje por observación “Se realiza mediante el modelado de las conductas de los demás y de sus resultados. Implica integrar la nueva información con la que ya se posee. Comparándola en función de sus semejanzas y diferencias, de los resultados obtenidos por ambas personas (la que modela y el modelo) en las situaciones en los que fueron aplicados, ordenándola, clasificándola, jerarquizándola, o sea, organizándola y descubriendo – construyendo las reglas necesarias como para llevarlas a cabo (cuando esta información fuese transformado en acción) de la manera más adecuada posible. Se modelan tanto acciones, como pensamientos y sentimientos”. (Chazenbalk, Liliana, Psicología Cognitiva, 1998).
También se hizo referencia a la desensibilización “Según esta hipótesis, el argumento sostiene que los jóvenes espectadores se acostumbran de manera creciente a la violencia de los programas que consumen si lo hacen de forma intensiva”.
“En consecuencia, crece la demanda de una mayor cantidad y un mayor contenido violento a medida que los espectadores se habitúan y por lo tanto, se pierde el <> y en consecuencia su atractivo”. (Bryant / Zillmann, Los efectos de los medios de comunicación, 1996).
“Otras investigaciones realizadas a niños relativamente asiduos (más de 25 Hs. Semanales) manifestaron una respuesta mucho más débil ante la violencia televisiva en términos de medición y excitación fisiológica, que los espectadores mucho menos asiduos (menos de 4 hs. Semanales)”. (Cline, Croft, Courrier, 1973).
De acuerdo a esta hipótesis la Dra. Madeline Levine manifiesta en su obra La violencia en los medios de comunicación que “El problema de la desensibilización es igual de grave y más complejo, y probablemente compromete una mayor cantidad de niños”.
Y menciona que desensibilización “Es una clase de aprendizaje mediante el cual cada vez reaccionamos menos ante ciertos hechos”.
Culmina su relato acerca de esta hipótesis generalizando que “En el mundo donde el asesinato llega a nuestros hogares todas las noches a través de noticieros, donde la forma de asesinato más común es la violencia fortuita, y donde las armas de fuego son la principal causa de muerte de grandes segmentos de nuestra población es, quizás, la peor amenaza a todos. Al volvernos menos reactivos ante el sufrimiento humano empezamos a perder noción de lo que significa ser humanos. Aunque no lleguemos jamás a aprobar la violencia ni a participar en actos violentos, quizás la violencia no nos disgusta tanto como debería”.
La televisión no distingue entre sus espectadores por lo tanto, los niños están expuestos a muchos programas que no están dirigidos a la audiencia infantil.

Para concluir con el desarrollo teórico, un párrafo de la Dra. Levine:
“Cuando los ejecutivos de la Industria del Espectáculo insisten en que las ganancias anteceden a la responsabilidad, no están viviendo de acuerdo con su compromiso de servir al público. Cuando los padres permitimos que nuestros hijos vean horas enteras de violencia irracional, no estamos viviendo de acuerdo con nuestro compromiso de proteger a nuestros hijos.
Los niños están siendo lastimados.
Son lastimados cuando son víctimas o autores de una violencia insensata, que los medios de comunicación exaltan. Son lastimados cuando ven al mundo como un lugar corrupto y aterrador, en el cual solamente los bienes de consumo proporcionan satisfacción y paz mental.
Son lastimados cuando se vuelven tan dependientes de las ráfagas de las armas de fuego y de los efectos visuales prefabricados que ya no pueden inventar sus propias imágenes o soñar sus propios sueños.
Es hora de dejar de lastimar al sector más vulnerable de nuestra población. Es hora de empezar a proteger a nuestros hijos”.

domingo, 20 de enero de 2008

Adolescencia y Soledad


La Soledad del Adolescente

Nos enfrentamos día a día a situaciones de angustia manifestadas por los jóvenes, con sus miradas perdidas, fantaseando ideales que devendrán en cuestiones de salud, fundadas por razones generalmente de apatía por un grupo al cual seguramente idealizó y que por su actitud nos quiso pertenecer.
El pertenecer tiene sus privilegios, decía un slogan publicitario de una tarjeta de crédito, y sí, evidentemente existen privilegios para quienes ser creen privilegiados por sentirse más.
Prevalece la indiferencia, cuando se piensa diferente, aparece la soledad y el vació de quien es aquel que se animó a decir no.
El polo sujeto se instala en quien rechazó al grupo y se comienza a trazar hipótesis de no querer agruparse, y se lo etiqueta de individualista
Si pensamos desde la complejidad, desde la policausalidad que lo llevó a decir no, cuando seguramente sufre ante la determinación tomada, podemos observar que algo habrá pasado, o habrá visto o sentido para no pertenecer. Ahora bien, la pregunta qué les ocurre a los adolescentes es tan abierta como cerrada, según desde que lugar nos posicionamos para verlo.
Por un momento logremos imaginar un recorrido en la vida de ellos. Transcurre en grupos, la familia, el colegio, y / o la universidad, el club – existe? – hoy ya no hay clubes de barrio, por lo tanto, para pertenecer debería concurrir a centros múltiples que tienen sus marcas instaladas. No todos pueden acceder a ese privilegiado centro.
La escuela, qué escuela? La pública, la privada, qué privada, bilingüe?...
Sigamos recorriendo su vida; usa zapatillas de marcas privilegiadas? Suele irse de vacaciones? Tiene auto? Qué modelo y qué marca? Trabaja donde? Es una compañía exitosa? Qué puesto ocupa? Tiene status?...
En fin, tantas preguntas para poder simplemente decir que en realidad, su realidad es tan distinta a la de los otros, que le es imposible pertenecer. Y lo peor que lo rechazan. Y es ese el punto de urgencia, el rechazo trae la soledad, el sentirse solo, trae angustia, y con la angustia aparecen enfermedades que hay que tratarlas. Desde lo individual se lo trata, pero desde lo grupal se trata el tema o está tan instalado en la mirada de la sociedad que no lo vemos. Hay que desocultar lo obvio, correr ese telón que nos priva de ver la realidad cuando en ocasiones no la queremos ver.
Intervenir en grupos es parte de aptitudes psicosociales, y el ocuparse tiene que ver con la actitud del Operador en Psicología Social de un hacerse cargo y actuar.
Pensémoslo y reflexionemos.
Porque pertenecer tiene sus privilegios. Pero todos tienen el privilegio de pertenecer.

viernes, 11 de enero de 2008

Teoría de las Necesidades


TEORIA DE LAS NECESIDADES

David McClelland investigó a gerentes y ejecutivos de éxito en empresas del primer mundo

y realizó comparaciones con ejecutivos y gerentes de empresas tercermundistas, sus estudios los realizó utilizando técnicas proyectivas, para formular su Teoría de Necesidades.
En su teoría se enfocó fundamentalmente a tres necesidades: LOGRO O REALIZACIÓN, PODER Y AFILIACIÓN.

Necesidad de logro o realización: el impulso de sobresalir, de tener logros en relación con un conjunto de normas, de luchar por tener éxito.

Necesidad de poder: la necesidad de hacer que otros se comporten de determinada manera, diferente a como hubieran actuado de manera natural.

Necesidad de afiliación: el deseo de tener relaciones interpersonales amistosas y cercanas.
McClelland investigó ampliamente sobre todo la necesidad de logro, sustentando que las personas que tienen éxito desarrollan una fuerza que los impulsa a sobresalir, de realizar bien las propias tareas y llegar a ser el mejor en todo lo que se hace, no por el interés en las recompensas, sino por la satisfacción de logro, de realización.
Según los resultados de sus investigaciones, a los ejecutivos eficientes les gustan las condiciones laborales en las cuales puedan asumir gran responsabilidad, correr riesgos calculados y fijarse metas de mediana dificultad.
Los ejecutivos eficientes poseen una necesidad de logro mucho mayor que los ineficientes, ya que estos últimos muchas veces desarrollan más fuerte su necesidad de afiliación que la necesidad de logro; por ello les interesa más sociabilizar que realizar bien sus tareas.
Ahora bien, de acuerdo a lo anterior según esta teoría de McClelland, los altos realizadores se sentirán más motivados en puestos donde prevalecen las siguientes características laborales: responsabilidad, oportunidad de recibir retroalimentación sobre su desempeño y riesgos moderados.
La evidencia muestra que los altos realizadores tienen éxito en actividades empresariales, como cuando manejan sus propios negocios.
Una gran necesidad de logro o realización no garantiza ser un buen administrador dentro de una gran empresa, porque la persona estará más interesada en lucirse a través de realizaciones personales que en influir en otros para que se desempeñen bien en sus puestos.
De ahí que un ejecutivo exitoso en su propio puesto porque tiene una alta necesidad de logro, si se le asciende puede resultar no ser un buen gerente.
De la misma manera que un eficiente administrador general o gerente de una organización, no suele tener una gran necesidad de logro.
McClelland trató de desarrollar el impulso de realización en las personas sugiriendo cuatro etapas específicas:
1. El individuo se debe esforzar por recibir la retroalimentación necesaria. Al hacer esto la persona se asegura de obtener el reforzamiento de los éxitos, vigorizando con ello el deseo de alcanzar logros más elevados.
2. El individuo debe buscar modelos de realización, escogiendo personas que desarrollen un buen trabajo y tratando de emularlos.
3. El individuo debe tratar de modificar su imagen personal, imaginándose a sí mismo como alguien que necesita el éxito y los desafíos.
4. El individuo debe controlar las fantasías pensando y hablándose a sí mismo en términos positivos.
Las empresas han experimentado en la capacitación de los empleados para que logren estimular su necesidad de realización, enseñando a los individuos a pensar en términos de logros, triunfos y éxitos; con el propósito de tener disponibles grandes realizadores para los puestos que lo demanden.
Sin embargo, también es necesario formar más y mejores líderes, con una adecuada motivación, estimulando y desarrollando en estos casos sus necesidades de poder y de afiliación.
Estos supuestos sostienen entonces la concepción del hombre como un ser social y grupal y afirman que el hombre motiva su conducta por necesidades sociales básicamente, que además obtiene “sentido de identidad personal ”en su relación con otras personas.
Dicen que el dinero sin duda aporta elementos necesarios para la vida y la subsistencia de la gente, pero el verdadero significado del trabajo debería buscarse en las relaciones sociales dentro de la organización.
Por lo que el hombre responde más a las fuerzas sociales de su grupo que a los incentivos y controles de quienes conducen la organización, en realidad afirman categóricamente, el hombre responde en la medida que el líder ( o director) puede satisfacer sus necesidades sociales.
Entonces quienes conducen la organización , empiezan aceptando que hay otras necesidades aparte de las económicas, de manera que los dirigentes se preocupan menos por los incentivos y el exigente control en la concreción de las tareas encomendadas.
Así se atiende más a los sentimientos y el sentido de pertenencia e identidad de los colaboradores, aceptando los grupos de trabajo como una realidad que potencia el trabajo individual, preocupándose entonces más por los incentivos de grupo o el equipo que en incentivos individuales.
Los líderes son importantes en una multitud de situaciones, una de ellas es la referida al LIDERAZGO en organizaciones.
Sin este liderazgo muchas organizaciones de distintas características y tipos serían inadecuadas, ineficientes, llegando al extremo caso de no poder cumplir con las metas y objetivos trazados.
A pesar de innumerables investigaciones efectuadas con el fin de definir el liderazgo, aún no se ha logrado un acuerdo total acerca de lo que es exactamente el liderazgo y de cómo se lo debería analizar.
9) Principio de ordenación jerárquica:
La jerarquía es la serie de cargos que va por orden de rango, desde la autoridad suprema hasta el último empleado. El conducto jerárquico es el camino que siguen todas las comunicaciones emanan de la autoridad superior, o se dirigen a ella, al pasar por todos los rangos de la jerarquía.
El análisis de Tareas

La función organizativa se basa en un previo ANALISIS DE TAREAS. Este tiene como objetivo determinar sistemáticamente todas las tareas parcia­les propias del centro de producción.
Se parte ahí de una tarea global u objetivo general material, tal como puede ser la producción de vehículos a motor y su comer­cialización, o la ejecución de tareas en seguros.
Las tareas parciales deben derivarse "lógicamente" de la tarea global mediante el uso de deter­minados criterios de articula­ción.
La propuesta de Kosiol es comenzar analizando (1) las actividades a reali­zar, (2) los objetos sobre los que se trabaja, (3) las decisiones y tareas de direc­ción implicadas, (4) las tareas de planificación, realización y control necesa­rias, (5) el grado de tareas administrati­vas suplementarias para conseguir las anteriores. Los criterios de articulación e identificación de tareas parciales son:
- actividad,
- objeto,
- rango,
- fase,
- relaciones a objetivos (tareas primarias o secundarias).
Se trata así de un proceso de decisión progresiva para ir articulando tareas a distintos niveles a partir de ciertos criterios. El método no llega a resultados totalmente inequívocos.
La prueba es que distin­tos analistas llegan con él a distintas clasificaciones de tareas parcia­les. Quien conoce desde dentro la tarea afina más. Pero también los exper­tos llegan a resultados dispares. Debe considerarse además el contex­to, incluso el del mercado y competencia.
Al análisis debe seguir la síntesis de tareas. Esta fase lleva a definir las "unidades de trabajo" que deben ejecutar las distintas tareas.
Dichas unida­des definen "puestos" que no se orientan al individuo como tal, sino se definen (de acuerdo al principio burocrático de abstracción) según las exigencias a las capacidades necesarias para su desempeño.

Como criterios de síntesis pueden tomarse:
- la persona del responsable de la tarea,
- los medios de trabajo,
- las condiciones espaciales y temporales.
Kosiol define así un 'espacio de posibilidades' de configuración de tareas. Es decir, se determinan los criterios de organización de tareas, pero se deja a la aplicación concreta la decisión final.
En la síntesis de tareas, las tareas parciales analíticas se entroncan e inser­tan en las unidades superiores de acuerdo a diversos puntos de relevan­cia como: contexto de división y reparto de actividades, contexto de rendi­mientos a aportar, contexto de órganos de staff, contexto de trabajos a desarrollar.

BIBLIOGRAFÍA:

Mendel; “Hacia una empresa democrática”. CEP. Facultad de Psicología. UBA.
Colombo y Bertolo: “El imaginario Social”. CEP. Facultad de Psicología. UBA.
Berger Y Luckman: “La construcción social de la realidad”.Amorrortu Editores.1993, Buenos Aires, Argentina.